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Foto del escritorIrene Molina-Gonzalez, PhD

Maximiza tu Rendimiento en la Carrera: Intensidad de Carrera y Zonas de Entrenamiento

Actualizado: 3 abr

En el mundo de la carrera, entender las complejidades de la intensidad del entrenamiento es fundamental para lograr un rendimiento óptimo y evitar los riesgos de sobreexertirse y lesionarse. Uno de los métodos más efectivos para medir la intensidad es adentrarse en las zonas de frecuencia cardíaca y percepción del esfuerzo (RPE). En esta guía, analizaré estas zonas e introduciré una herramienta simple pero poderosa: la prueba del habla, para que los corredores naveguen por su entrenamiento con precisión.



Las 5 Zonas de Frecuencia Cardíaca


Las zonas de frecuencia cardíaca sirven como una brújula, guiando a los corredores a través de diferentes niveles de esfuerzo según su frecuencia cardíaca. Aunque hay diferentes sistemas de clasificación, la clasificación de 5 zonas es ampliamente adoptada. Estas zonas se derivan de factores como el umbral de lactato y el VO2 max, que son fundamentales para predecir el rendimiento de resistencia.


  • VO2 max: La clásica medida de capacidad aeróbica. El VO2 max indica el volumen máximo de oxígeno que un individuo puede utilizar durante el ejercicio. Aunque es crucial, no es el único determinante del rendimiento y debe considerarse junto con el umbral de lactato y la economía de carrera.

  • Umbral de lactato: Este marcador significa la intensidad máxima en la que los niveles de lactato en sangre comienzan a aumentar rápidamente. Es particularmente pertinente para eventos más largos como maratones y juega un papel vital en el establecimiento de las zonas de frecuencia cardíaca.


La frecuencia cardíaca en el umbral de lactato (LTHR) varía entre individuos y puede usarse para definir la zona de entrenamiento.


Zona 1 - Zona de Recuperación: Esta zona representa ejercicio ligero, ideal para carreras de recuperación o días de recuperación activa. Mejora la circulación, ayuda en la reparación muscular y promueve la recuperación general sin poner un estrés significativo en el cuerpo.


Zona 2 - Zona de Resistencia: Las carreras de resistencia ocurren principalmente en esta zona, fomentando el desarrollo aeróbico y mejorando la eficiencia cardiovascular. Se caracteriza por un ritmo sostenible donde la conversación fluye cómodamente, lo que lo hace propicio para el entrenamiento de larga distancia.


Zona 3 - Zona de Ritmo (Tempo): Las carreras de ritmo se encuentran dentro de esta zona. Al apuntar a esta zona, enseñas a tus músculos a eliminar el lactato de manera más eficiente y mejoras el ritmo de carrera general. Es un ritmo cómodamente exigente que puedes mantener durante un medio maratón y maratón.


Zona 4 - Zona de Umbral: Intervalos largos y carreras en umbral son típicos en esta zona, empujando los límites del umbral de lactato para mejorar la resistencia y la velocidad. Este ritmo puede mantenerse para distancias de hasta 10 km.


Zona 5 - Zona de Esfuerzo Máximo: Reservada para intervalos de alta intensidad, sprints en cuesta o finales de carrera, esta zona representa el esfuerzo máximo. Esta zona tiene como objetivo mejorar el VO2 máximo y el sistema anaeróbico.



La Prueba del Habla: Un Medidor de Esfuerzo Simple pero Efectivo


En medio del argot técnico de las zonas de frecuencia cardíaca y los marcadores fisiológicos se encuentra una herramienta simple pero efectiva, sin necesidad de una prueba de laboratorio: la prueba del habla. Al evaluar la capacidad de conversar a diferentes intensidades, los corredores pueden medir intuitivamente su nivel de esfuerzo:


1-2: Esfuerzo muy ligero, ritmo conversacional.

2-4: Fácil de hablar, sostenible durante horas.

5: Respiración entrecortada, acercándose al tempo.

6: Hablar se vuelve más difícil, respiración notablemente entrecortada.

7-8: Capaz de decir algunas palabras, respiración superficial.

9-10: Esfuerzo máximo, sin aliento.




Navegar la Intensidad del Entrenamiento: Un Acto de Equilibrio


En medio del atractivo de esforzarse más, es esencial que los corredores encuentren un equilibrio en la intensidad de su entrenamiento. La dependencia excesiva en esfuerzos de alta intensidad puede llevar a la agotamiento y lesiones, obstaculizando el progreso a largo plazo. Abrazar la regla del 80:20, que aboga por una mayoría de carreras a un ritmo fácil (Z1-2) con sesiones ocasionales de alta intensidad (Z3-5), puede optimizar el rendimiento mientras se mitigan los riesgos. Esta regla es flexible y debe estar orientada a objetivos determinados, aunque el propósito es mantener un mayor volumen de entrenos a un ritmo fácil (de verdad!).


Embarcarse en un viaje a través de las complejidades de la intensidad en la carrera demanda un entendimiento fundamental. Al comprender conceptos como la sobrecarga progresiva, las adaptaciones del entrenamiento y la importancia de correr fácil, los corredores se empoderan para navegar su viaje de entrenamiento con intención y eficacia.



Conclusión


En el ámbito de la carrera, dominar la intensidad del entrenamiento es como desbloquear un tesoro de potencial de rendimiento. Al abrazar las zonas de frecuencia cardíaca, la prueba del habla y los principios fundamentales del entrenamiento, los corredores pueden trazar un curso hacia sus metas con confianza y claridad.

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